domingo, 12 de diciembre de 2010

Historias de risas y lágrimas



En la Unidad de Cría del Zoo de Asunción, Paraguay, a veces reímos a veces lloramos.
Trabajar con animales, ya sean recién nacidos o los que llegan heridos a veces tiene finales felices, a veces no.
Sea el que sea, el amor, el empeño, el tiempo y todos los conocimientos que se ponen en cada uno van tejiendo historias tiernas, plenas de anécdotas que muchas veces nos sacan una sonrisa, otras una lágrima.
El límite entre  vida y muerte es muy estrecho con estos animalitos, pero cada uno de los que han pasado o de los que están aún han dejado una huella en el corazón de todos los que de una forma u otra nos vemos comprometidos en esta nuestra casa, Ogarendá, como se dice en idioma guaraní.

Aqui van las fotos de un cuervo, que a veces no nos resulta simpático, se llama Benito y la foto tiene dos meses, ahora ya es casi un adulto con plumas negras, sigue siendo muy manso y esperamos que remonte vuelo muy pronto, pero que no deje de visitarnos aunque sea para robarnos un trocito de carne.

La otra tierna es Luna, una especie de nutria pequeña, mimada y malcriada por todos nosotros.

Este o esta enana se nos fue, a los veinte días. Es un papagayo ararauna, los azules y amarillos, fue incubado y tratamos de criarlo a mano. Nos ha dejado una lección de lucha por la vida y una enseñanza de que la obra de Dios es tan perfecta y casi inimitable por el hombre.
Pero eso nos alienta a seguir, a pesar de que no siempre logramos llegar a destino

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